Si eres un amante de las historias de amor con trasfondo político y familiar, entonces la novela «El día que mi madre conoció a Audrey» de Yolanda Guerrero es para ti. En esta emotiva historia, conocerás a Lisa, una joven gibraltareña que se enamora de Manuel, un malagueño, en el concierto de los Beatles en Madrid. A partir de ese momento, vivirán un romance lleno de obstáculos y dificultades debido a la incomprensión de sus familias y al contexto político de la época.
El amor entre Lisa y Manuel se desarrolla en una época de gran incertidumbre en España. Por un lado, una dictadura que ha encontrado en el lema «Gibraltar español» un denominador común que comparten tanto quienes se oponen al régimen como quienes lo defienden; por otro, una España que poco a poco se incorpora a la modernidad. En este contexto, la Verja de Gibraltar se convierte en el símbolo de la separación entre dos mundos que no logran entenderse.
Cuando la Verja de Gibraltar se cierra en 1969, Lisa y Manuel se ven obligados a separarse y en suelo español se queda también su hija, un bebé de pocos meses. Es en este momento cuando Audrey Hepburn, a quien Lisa ha conocido en Marbella, se convierte en una cómplice inesperada de la pareja y quizá la única que pueda ayudarlos. Audrey Hepburn, la famosa actriz de Hollywood, se convierte en una especie de hada madrina que apoya a Lisa y Manuel en su lucha por estar juntos.
La novela está ambientada en la glamourosa Costa del Sol de Audrey Hepburn, lo que hace que la historia sea aún más evocadora y emotiva. Guerrero logra transportarnos a una época muy diferente a la nuestra, pero que sigue teniendo resonancias en el presente. El amor entre Lisa y Manuel se convierte en una especie de rebelión contra el orden establecido, una forma de desafiar las convenciones y los prejuicios de la época.
La prosa de Guerrero es fluida y emotiva, y consigue que los personajes cobren vida ante nuestros ojos. Lisa y Manuel son dos jóvenes enamorados que tienen que enfrentarse a grandes dificultades, pero que nunca pierden la esperanza de estar juntos. La relación entre los dos protagonistas es intensa y apasionada, y el lector se siente parte de ella desde el primer momento.
En mi experiencia personal, he leído muchas novelas de amor con trasfondo político y social, pero pocas me han llegado tanto al corazón como «El día que mi madre conoció a Audrey». La historia es conmovedora y evocadora, y consigue transmitir un mensaje universal de esperanza y amor en tiempos difíciles.
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